La historia del franquiciador es la historia de un éxito. El comienzo de toda franquicia debe encontrarse en un modelo de negocio de rentabilidad contrastada, cuyos factores de éxito sean susceptibles de ser procedimentados, estructurados y transmitidos de forma tal que el negocio pueda ser replicado fielmente por un tercero obteniendo resultados similares.
El franquiciador tendrá por tanto que aportar al franquiciado los conocimientos y servicios necesarios para llevar su establecimiento a las cotas logradas por el concepto original. Este aporte de la central variará dependiendo del tipo de negocio o de la filosofía de la franquiciadora, encontrándose entre los servicios más habituales: